El río Seco se extingue rápidamente. De tener una anchura de 40
metros, se “adelgazó” a cinco; es decir se ha reducido en más del 87 por
ciento, lo que afecta la actividad agrícola y ganadera que dependen de
su agua, lo que alarma a ejidatarios y vecinos.
Afectados denuncian que esta situación se ha agravado, ya que
hace ocho meses, la empresa Triturados Río Seco S.A. de C.V., desvió el
caudal a unas pozas para realizar la extracción y trituración de rocas,
lo que ha causado que algunas partes del río se hayan secado por
completo.
Por su parte, el Ayuntamiento de Amatlán se deslindó, ya que
expone que no cuenta con ningún expediente relativo a labores de
extracción y trituración
El regidor Adán Rodríguez Olmedo dijo: “No tenemos conocimiento
que avale (la instalación de la empresa) porque la administración pasada
no nos dejó ningún papel que refiera ese problema”.
La desaparición del caudal alarma a ejidatarios y dueños de
terrenos paralelos al trazo del afluente que tenía 60 centímetros de
profundidad.
En algunas áreas ya no hay río, sino es un camino que usan
camiones para extraer rocas gigantes y trasladarlas a un terreno para
triturarlas.
El impacto ecológico podría perjudicar a municipios de la región, por lo que pidieron ayuda a Conagua.
II De la Redacción EL MUNDO DE CÓRDOBA
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