El
paseo del río San Antonio a partir de la colonia México en el puente de
la calle 10 hacia la calle 6 está totalmente abandonado.
La tubería de drenaje está colapsada en
algunas zonas, mientras que las áreas que eran recreativas nunca se
usaron y ahora son nidos de delincuentes.
Dicha obra se inició en el gobierno de
Fidel Herrera Beltrán, fue asignada a su compadre Francisco Pitalúa a
través de la empresa, Pitalúa y Asociados con un costo de casi 100
millones de pesos.
En la primera fase se anunció en ese
entonces que serían 36 millones de pesos los aplicados, poco a poco
aumentó el presupuesto hasta quedar en 95 millones de pesos.
En esta se construyeron puentes
peatonales, drenaje pluvial, drenaje sanitario, un teatro al aire libre,
canchas y baños en la calle 6, además de un mirador, sin embargo, nunca se le dio mantenimiento y algunas partes el agua del mismo afluente colapsó la red de drenaje y con ello poco a poco quedó parcialmente destruida la zona.
Sin embargo, hace cuatro
años surgió un patronato bajo el nombre “rescatemos el Río San
Antonio”, aunque esté sólo realiza trabajos específicos de la zona del
Campestre hacia la calle 12, pero a partir de la calle 10 y hasta la 6,
es “otro” panorama.
La pobreza en la que habitan los vecinos no ayuda mucho, son viviendas ubicadas en el respaldo de Santa Margarita y la colonia Centro, cuarterías que
fueron construidas en la zona federal y por consecuencia aunque ya
tiene más de 40 años ahí, los propietarios no tienen escrituras.
En un recorrido realizado por El Sol de Córdoba se puede ver las aguas negras que corren por el río y el olor es insoportable, aunque para quienes ahí habitan ya es algo “normal”.
Hay una cancha de usos múltiples, así
como sanitarios completos con vestidores, en el interior se nota que es
usado como guarida para drogadictos, hay botellas vacía de licor, ropa,
condones, un sillón viejo y bolsas con cemento.
Los vecinos indican que en la noche ya ni
salen y se nota, las casas están enrejadas completamente, los niños
juegan a escasos metros del río donde emanan las aguas negras, los
zopilotes vuelan cerca, pero es la vida cotidiana de los habitantes de
esta zona que a escasos metros del centro de la ciudad está en el
abandono.